
Mi amigo Martin me dijo que Harryhausen presentaría JASON Y LOS ARGONAUTAS en la Cinemateca de Estocolmo. Quedamos en verlo entonces pero el no pudo asistir por ir a una fiesta. Yo no fui a la fiesta por verlo en persona.
En primera fila, más que nada por verlo a él que a la película, espero a que aparezca.
Veo que asoma con curiosidad su cabeza a la espera de que lo anuncien. Lo presentan. Aplausos. Se sienta. Y, antes de que lo empiecen a entrevistar pide si le pueden traer sus cosas. No lo oyen y las pide otra vez. Se las traen y ya está como contento: una maleta, de esas que se arrastran, verde, gastada, viajera. Y también un paquete.
Alto, viejo, entero para sus ochenta años. Modesto. Un artesano. Un artista. Le preguntamos cosas y le agradecemos. Sencillo. Un señor jubilado. Nos cuenta anécdotas con las mismas palabras que tengo en su libro (que casi tiene treinta años). Pienso en cuántas veces no las habrá repetido. Hasta que abre su maleta, sencilla y un poco gastada (como el) desenvolviendo de esos plásticos con ampollas uno de los dinosaurios de EL VALLE DE GWANGI y la medusa de FURIA DE TITANES. Saca también un pequeño ataud de cartón "Esta es la caja apropiada para este señor" y saca, magia, uno de los esqueletos de Jason y los Argonautas! Soy un niño otra vez o acaso se despierta el que nunca deje de ser. El, ya todo un Gepeto, articula sus muñecos esto es así esto es asá. Broméa como el abuelo en que se ha convertido para mi en ese momento. Me sacudo de la hipnosis de Medusa y me dedico a mirarlo: su frente, sus ojos, sus manos. No parece que tuviera ochenta, setenta y algo más bien. Qué persona tan agradable. Su presentación se prolonga más de lo previsto pero se le deja seguir. Total, la película ya la hemos visto. Yo en todo caso he ido por verlo a él, para, como le dije más tarde, estrechar la mano que modelo tantas de mis fantasías. El, tranquilo, reposado, quiere compartir y está interesado en nuestras reacciones. Cuando le digo que en el Perú muchos lo admiran (y me acuerdo de Macuito) se alegra y me comenta que estuvo en Cuzco y las Galápagos ("Western Islands").
Cuando al terminar la entrevista le señalo my libro y mi lapicero, me hace un gesto claro y amable de no te preocupes, de con mucho gusto. Cuando finalmente le doy el libro "tienes uno de los viejos" me comenta (Varguitas, me sonreiría con similares palabras años despues) y yo créo que ha captado mi aprecio por él y su magia. Le comento sobre el babuino de SIMBAD Y EL OJO DEL TIGRE y dice que muchos lo creyeron de verdad. Le digo que no puedo conseguir THE BEAST OF 20,000 FATHOMS y me dice que ya viene una colección en DVD. Le digo que sus monstruos son siempre villanos salvo los buenos que siempre mueren y me recuerda que el poderoso Joe no muere. Ah verdad!
Se va tranquilo y contento, con una chica oriental que es seguro su guía en Estocolmo. Se va y me recuerda a los magos, que luego de dar una función en el colegio, los veiamos luego en la calle tomando su taxi o su micro, anónimos y comunes. Así, el tío que soy experimenta ese dejavú: yo niño y él, mago yéndose con su maleta. Momento ya vivido pero que se siente real, muy real. Otra vez.
2 comments:
Que chevere tu post Guely.
Acredítate, compadre! :)
Post a Comment