ABOUT GUELYLAND

"One of the smallest , independent kingdoms in the ciberuniverse. Nothing fancy. Population? Just me, myself and my jaguars, my movies and my books (and, at this very moment, YOU). Hided and secret like Skull Island or Opar, the ancients in Guelyland use to read the scrools of a minor god called Voor-Hes.
Most of the treasures of Guelyland are made of paper, plastic and vinyl.Guelyland dreams with expanding in deep more then in surface. The music of Nik Kershaw has been heard here. There are apes, lots of apes in Guelyland. Woody Allen and Bob Hope visit it quite often. Here we love books (the Kingdoms Library is both celebrated and secret) Here we are atheists but very tolerant and think of god a bit too often and much. Guelyland is, the stuff my dreams are made of..."

PEOPLE WITH TASTE. YOU CAN BE ONE OF THEM!!

Wednesday, November 5, 2014

LOS DOS BUITRES DE KAFKA EN LA BIBLIOTECA DE BABEL

 
 
 
Teniendo a mano las dos ediciones en castellano de El buitre de Franz Kafka en La Biblioteca de Babel de Borges, vamos a comparar sus más notables diferencias.

Empezamos con el volumen 17 (de un total de 33) de Ediciones Siruela, 120 páginas impresas en Madrid en 1985.

 
 La segunda es la edición de Libreria La Ciudad/ F. M. Ricci de 104 páginas impresa en Buenos Aires en 1979. Volumen sexto y último.

 
 Siruela subtitula su edición como una "colección de lecturas fantásticas". La Ciudad la llama "colección de literatura fantástica".

La solapas anteriores también difieren en texto y tipo. Aquí, Siruela:


Y ahora vease la de La Ciudad:

A continuación, los textos de las anteportadas:
  


Ahora las diferencias  entre las páginas legales:



Luego del prólogo de Borges hay una página con el sólo título de la obra e incluso aquí las ediciones difieren.

Siruela
 

Librería La Ciudad


Siguen los textos que conforman la antología y es aquí donde se da la diferencia más importante entre las dos ediciones. Una sorpresa encontrarla. La edición de La Ciudad tiene un texto más! Es breve, en su página noventa y nueve y de apenas nueve lineas titulado La aldea más cercana. A continuación el texto misteriosamente ausente en la antología de Siruela:
 
 
 
Acabados los relatos que confoman los libros arribamos a los índices. Primero Siruela y luego La Ciudad:
 
 
 Un artista del trapecio es traducida en La Ciudad como Primera tristeza ("Erstes Leid" en el alemán original es algo así como "el primer lo siento").
 
Pasando la hoja nos encontramos con los colofones. Siendo el de Siruela más escueto que el de La Ciudad.
  
El de La Ciudad nos da mucha más información sobre la impresión y el tiraje de la obra (ejemplares numerados)
 
 
 
Siruela incluye una página legal con el ISBN ausente en La Ciudad
 
 
 
 Las solapas posteriores indicando los títulos publicados en ambas ediciones, siendo  Siruela la más completa
 
 
 El buitre fue el último número editado por La Ciudad
 
 
 
Queda por revisar las contraportadas y notar su diferencia. Va primero Siruela, seguida de La Ciudad
 


Hasta aquí llegamos con la comparación. Nos queda especular si el resto de la colección de La Ciudad contiene asimismo alguna joya obviada por Siruela, siendo El Buitre el único volumen que poseo de la colección argentina.
 
 
 

Thursday, August 7, 2014

MAS LIBROS, MENOS LIBROS...


Space...The final frontier. Aunque  uno se haya vuelto un comprador más selectivo  frente a la mayor oferta de libros, llega el momento en que tenemos simplemente que decidir obligados por cuestiones de espacio, que libros tendrán que ser retirados de nuestra biblioteca personal. Lo que no es tan terrible si consideramos que generalmente será algún ejemplar que reposa  años sin haber sido mas que rutinariamente hojeado, uno en pasta blanda  y ya conseguimos el más deseado hardcover (miro de reojo a mi colección de Marilyn) o queremos regalar algo a alguien que  lo apreciará tanto como nosotros pero no lo posee.

Seamos francos, buenos y lindos libros están hoy más baratos que nunca. Ejemplares por los que  años atras no hubiésemos dudado pagar un bien ganado dinerito hoy pueden ser nuestros por unas moneditas a traves de Iberlibro, Amazon o nuestra bazar de caridad favorito. Mejor aun, se nos  ofertan o nos enteramos de obras de cuya existencia ni teniamos idea (ultimamente he encontrado tantas y tan atractivas  historias de la ciencia ficcion  que no se por donde empezar... a comprar). Yo particularmente siento que los que gustamos de coleccionar libros vivimos en un periodo, una edad de oro. el tiempo del "compre, compre!" . Quiero verlo como una inversión para mi hipotética vejez. Yo, que desde chico suelo soñar encontrando libros deseadísimos en anticuarios de  remotas callejuelas, jamás imaginé vivir el día en el que la gran mayoría de gente considerara al libro como un objeto obsoleto. Y, aunque evidentemente los que mas lo desprecian  son los que en principio  menos los aprecian no puedo negar que ya simplemente no debo comprar todo lo que quisiera, no tanto porque no pueda sinó  por ser un futil acto de mera acumulación (ya sabrán algunos a lo que me refiero). Que estuviesen "para recoger" de puro baratos y buenos. Y es que hay tanta gente que se quiere deshacer de los suyos y hay tantas tiendas online. A rio revuelto ganancia de pescadores.

Al mismo tiempo se edita muchísimo menos, poquísimo se reedita y ya la mayoría no volverá jamás a impregnarse con la tinta de una imprenta. Simplemente ya no es negocio. Agreguémos que los editores bibliófilos a lo Jacobo Siruela o Ernest Farino son una especie en extinción. Además, algunos pueden ser revisados en la net o leidos en algún aparato y eso le basta a la mayoría. Mayoría en la que no incluiremos a los quijotes que creemos que el libro es el invento más ingenioso de la humanidad, claro está.

Pero así y con todo, ya no puedo guardar tras la fila del anaquel una segunda (o tercera?) edición de Cien años de soledad (salvo que sea una edición crítica o especial, claro está). Cada vez se hace más apretado el meter un nuevo volumen pese a que los reacomode horizontalmente o hunda para ganar  espacio al fondo de la estantería. La situación se pone casi seria cuando el problema no es ir a Ikea por una  nueva estantería sinó cuando nos rompemos la cabeza pensando dónde vamos a poner la nueva (o la vieja que moveremos para dar sitio a la flamante). Y, si me saben guardar el secreto, están leyendo a un tipo que se mudo a un departamento más grandecito no porque  tuviera más hijos. Entienden?

Mayor selectividad a la hora de comprar,  saber dejar partir lo innecesario, disfrutar de lo que ya tenemos y sobretodo, buena caza!!

Y me consuelo pensando en que tendré una mejor colección de libros sin que ocupe mucho más espacio. Que será mas esencial. Calidad sobre cantidad, digamos. Que aprenderé mas cosas y mis ideas se harán más sensatas. Que, basicamente,me dará más satisfacciones al perderme en el mínimo laberinto de mi Alejandría personal.

Mujer leyendo en una mesa (Pablo Picasso, 1932)



WATCH ME, WATCHING YOU WATCHING ME

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