Desde hace ya muchos años he ido comprando, agradeciendo y coleccionando libros de Julio Ramón Ribeyro (Lima,1929-Lima,1994). Este escritor peruano ha llegado a ser uno de los autores más abundantes en mi biblioteca y memoria. Si uno no es peruano se corre el riesgo de no conocerlo. riesgo nada irreparable si se tiene por algún otro motivo, la fortuna de cruzarse con su obra. Es una clara ventaja, y para quien escribe, uno de los contados beneficios personales producto de haber nacido bajo la sombra de la bandera blanquirroja. Uno de esos orgullitos que me podrían acercar a ese concepto que tanto desprecio: el nacionalismo.
Aunque bien podría haber estado a gusto siendo un francés del Siglo XIX, al leerlo no queda duda que Ribeyro es un peruano del Siglo XX. La gran mayoría de sus personajes y sus circunstancias asi nos lo dibujan y no nos cuesta reconocernos en esos trazos, en ese estadístico perfil de batallas ganadas y guerras perdidas, en ese encararnos con nuestros defectos y virtudes. No se si esto se pueda extender más allá de las fronteras del mapa del Perú y trascienda a Latinoamerica, algo de Europa o el resto del mundo. Se que dentro del Perú es básico y fuera de sus fronteras un escritor de culto. Quizá sus "mudos" sean más universales de lo que sospecho y pueblen ignorantes de su destino las calles de Bagdad o Filadelfia. No me consta pero es posible que cambiando algunos nombres y lugares se pueda imponer o asimilar a culturas diferentes. Tampoco importa porque esto no le restaría nada al valor y belleza de su obra. Me gusta y la quiero y listo. A veces me ha disipado la soledad el hecho de sentirme identificado con alguno de sus perdedores y marginales personajes. A veces me ha hecho sentir contento y tranquilo por ser mejor o más afortunado que sus creaciones. No hay que ser un fracasado o un triunfador para disfrutar de su prosa elegante, sencilla y pensada. Ni siquiera hay que estar de acuerdo con las ideas políticas que lo pudieron influir. No se nos presenta como un ejemplo o ideal. No nos predica desde el púlpito reservado a la erudita intelligentsia. Simplemente nos habla, nos confiesa, nos cuenta, lo que opinan sus mudos y lo que él ha reflexionado, sus aciertos y fallas (suyos y de sus personajes por igual).
Los triunfos y derrotas de este amigo fumador, primero tímido y despues locuaz, su sencillez (tan alejada de la pretención), su puntual sabiduría, pero más que nada la belleza con la que fluye su narrativa es lo que lo hace un autor tan querible y, en este caso, coleccionable.
Como sus obras, como las diversas ediciones de sus obras, que van desde lo popular, feble y errado a lo cuidadoso (mis favoritas son esas clásicas y buscadas ediciones en cuatro tomos editadas en Perú por Milla Batres, aunque impresas en España) , de lo local a lo internacional, sus lectores nos encontramos dispersos en diferentes latitudes socioeconómicas y geográficas. La diáspora, esperemos, no sólo nos acarreó la nostalgia del ceviche sinó también el cariño por su obra y sus libros.
Aquí les dejo un videito con los libros de Ribeyro que tengo a mano, que algún par de ediciones se me quedaron en Lima.
6 comments:
..."uno de los contados beneficios personales producto de haber nacido bajo la sombra de la bandera blanquirroja"...
..."no hay que ser un fracasado o un triunfador para disfrutar de su prosa elegante, sencilla y pensada"...
Anotando, cual escribiente de Joaquin Goñez...y claro, la dedicatoria del final del video, si que no estuvo en letras pequeñas ah!.
Que tal elojio que le das al flaco ah! Muy bueno.
Créo que se me ha pegado un poco el dejo de los parloteos de nuestro querido Aristarain. No tengo nada en contra de asimilar buenas influencias. Ojalá nomás que con el tiempo y la práctica encuentre mi propia voz.
La firma la conseguí allá por 1984 al final de una conferencia que dió en el Banco Continental.
Gracias Albertico, se te etrañaba por estos lares :)
Que buena esta entrada! No se qué he disfrutado más: si ese autógrafo que nunca podré conseguir, tu texto o tu asombrosa colección.
Y veo que tienes incluso varias ediciones del mismo texto: dos de Coaguila, un par de antologías de "La palabra del mudo", incluso esa edición de "Dos soledades" que he visto un par de veces pero que no me he comprado porque es el mismo artículo que sale en "La caza sutil" (espero, porque sino m lo compro, jeje).
"JRR y sus dobles" lo he visto alguna vez, pero no me terminó de convencer, no me afanan tanto los libros de crítica. Pero ese libro de "Estudiando a JRR" es básico, tiene un montón de cartas inéditas. Ese es definitivamente el que, de forma sana, más te envidio de tu colección. Si encuentras por ahí uno sin querer, me avisas! saludos!
Los del buen Coaguila son muy queribles, el primero porque lo compré allá por el 95 y me sorprendió por los cuentos inéditos y la segunda edición con muchas adiciones (algunas que tenía impresas de internet como las cartas a Luis Loayza) pero no en libro. Las antologías las compré antes de tener las ediciones completas y estas han ido saliendo más completas cada vez. Esa de Alfaguara (ahora superada)me costó una eternidad en ubicarla.
En efecto, "Dos soledades" se repite en La Caza Sutil, pero lo cuento como original porque apareció primero. Tenía la edición original de Sólo Para Fumadores (una roja) y también tengo en Lima La original de La Juventud en La Otra Ribera, que es el cuento sólito. Además de la azulita de los setenta de la Biblioteca Peruana (?).
El de Estudiando a Ribeyro es, en efecto, muy bueno y está casi escrito casi en colaboración con nuestro querido escritor. Te paso la voz en el mejor de los casos.
Gracias por tu comentario, mi estimado Pollo. Nos leemos!
Hablar de Ribeyro es como hablar del cebiche. Desencadena la nostalgia, más si estamos fuera del país.
Recuerdo que Coaguila fue el escogido por Ribeyro no sólo para sus entrevistas sino para tener acceso a relatos inéditos en aquel tiempo.
Felicitaciones por la colección, y me parece que te faltan los más "fáciles" (no sé si todavía lo son) de encontrar: los editados por Tusquets en su colección Andanzas. De esos sólo tengo 1, "Crónica de San Gabriel".
También dejé en Lima un libro delgado "Paseo campestre y otros cuentos" donde Ribeyro además de encargarse del prólogo traduce algunos cuentos de Guy de Maupassant. Fue editado por Campodónico Editores.
Un abrazo
Manolo
Ah míra, Manolo que no sabía de la existencia de la traducción del famoso autor de El Horla. Y si, fuera del Perú los de Tusquets son los más comunes aunque ya han aparecido otras ediciones más nuevas. Como me voy a dar otra vueltita por España para fin de año a ver si me los consigo porque el envío desde allá para acá es a veces exagerado.
Los que si me interesan son los traducidos al inglés tengo uno (Marginal Voices)con muchos cuentos y hay otro llamado "Silvio in the Rose Garden" que aunque tiene sólo cuatro cuentos (Tristes Querellas,por ejemplo) anda medio escaso, no muy barato y lo busco con tapa dura.
Y si, Ribeyro no hizo mal en confiar en Coaguila, que divulga su obra de manera muy eficaz.
Dónde era que estabas?
De cualquier modo, un abrazo. Gracias y nos leemos!
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