GUELYLAND: MONUMENTO AL PADRE DESCONOCIDO

Estatua viviente en Roma, posible inspiracion para el monumento al Padre Desconocido

Quiero aprovechar la oportunidad que este día me brinda para proponer la erección del monumento al Padre Desconocido. Ese hombre que a muchos dió la vida sin pedir nada a cambio (descontando lo que cogería de mamita claro, que tampoco uno no es de fierro no?).

Todos en este día con que mi papá, que tu papá, que El Viejo de Piero... Y yo me pregunto, qué de ese dador de vida anónimo y enmascarado por la oscuridad que se apiada de no marcarnos con el hierro de su apellido. Desinteresado donante y paladín que, armado tan solo con la daga de su lujuria, desafía al Gran Misterio De la Vida.

Porqué nadie lo recuerda? El simple de mente me dirá porque porque simplemente no lo conoció..Aceptado.

Decía que nadie lo recuerda. Hijos ingratos que beben con amargura del cáliz edípico del resentimiento a pesar de haber recibido de sus entretelas el Don de la Vida. Pretendiendo ignorar que de un polvo vinimos y al polvo volveremos!

Ese macho primordial que dio todo de si arriesgando su libertad (cargos de violación y estupro), que se fue tan rápido como SE VINO emulando la saeta de su simiente.

Ese hombre de pocas palabras que, obviando romanticismos corrientes, no quiso darse tiempo para sentimientos, ni palabras vanas, salvo algún gruñido o un eructo.

Que luego del braguetazo vital con la mirada en el horizonte estuvo listo ya para enfrentar, acaso trastabilleante, el desafío de una nueva aurora, secándose el sudor con el dorso de la mano y con la elemental altivez que da la satisfacción del deber cumplido, sin mirar atras, ni aunque se muriese por orinar, que para eso los machos tienen los árboles frente a los que se plantan cual espejo de dureza y reciedumbre.

De que servirían las maravillas del cielo y de la tierra, del mar y los boliches si no poseyeras, mi querido bastardo, la vida, la existencia que el te dió?

Quizá no sea necesario buscarlo porque lo llevas en ti y en tu irremediable sangre. Serán tuyos sus humores, sus facciones, tenderás a sus taras o virtudes. El tiempo erosionará tu superficie y el aparecerá nuevo desde el fondo de ti. Y con su osadía o sin ella tenderás a continuar su apostolado genital. Las hebillas cual campanas golpearán el suelo nuevamnete en su nombre. Un nombre que no llevarás.

Quizá algún día se crucen vuestros caminos, acaso vuestras miradas por un largo instante se enfrenten y, analfabetas y sin reconocerse, bifurcados caminos tomarán.

Quizás esto ya haya sucedido.

Y te hablarán pestes de él. Si es que un pesado silencio no se haya ya pactado entre tus criadores.

Aunque podría ser un soldado, un obrero, un burgués, sacerdote o marinero. este monumento deberá representar su genio y figura de manera universal. No podrá tener la apariencia de una raza o casta determinada que padres desconocidos no escapan a ninguna. La edad también presenta ciertas ambiguedades aunque es más fácil imaginarlo de edad no muy avanzada. Viril tendrá que ser. Un masculino bigote no estará de más. Un rostro sin ojos, ya que nunca te vió ni los viste, es también imperativo. Representémoslo con una botella en la mano como simple alegoría de su valor, un paso vacilante. Una camisa mal acomodada. Un pantalón sin abrochar. Una ladina sonrisa en un rostro mal afeitado reforzarán la expresión del rostro herido y triunfante del guerrero vencedor de la batalla por la vida que pasará, de degeneración en generación.

Toda ciudad que se precie y reconozca debería tener un monumento así. Para que cada día como hoy, Dia del Padre, su memoria siga desafiando al olvido.

Que Padre, Padre no es el que te cría (ese es el padrastro o el abuelito). Padre es el que te engendra.